En finanzas, no hay tema de conversación si no se tocan los conceptos de ahorro, inversión… y el ISR. Si tienes un trabajo o eres dueño de un negocio, es probable que hayas oído hablar del Impuesto sobre la Renta (ISR), un impuesto que deben pagar tanto personas físicas como morales por los ingresos que obtienen a lo largo del año. Entender cómo funciona puede evitarte muchos problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Y como asesorarte es nuestra pasión, también queremos orientarte frente a los factores que afectan la gestión de tu economía personal en la práctica.
¿Cómo funciona eso del ISR?
En términos simples, el ISR se calcula a partir de la diferencia entre los ingresos y las deducciones autorizadas por el gobierno. Los ingresos pueden incluir cualquier tipo de pago que recibas durante el año, como tu salario, intereses de cuentas bancarias, ganancias de inversión y alquileres de bienes inmuebles. Las deducciones autorizadas son gastos que se pueden restar de tus ingresos antes de calcular el impuesto. Estos pueden incluir gastos de negocio, gastos médicos, donaciones a organizaciones caritativas y aportaciones a tu cuenta de ahorro para el retiro.
El cálculo del ISR se basa en tarifas y tablas que determinan el porcentaje de impuesto a pagar en relación con la cantidad de ingresos que hayas obtenido durante el año fiscal. Estas tarifas y tablas son establecidas por el gobierno y varían dependiendo de la legislación fiscal vigente.
La idea principal es que, a medida que tus ingresos aumentan, tu tasa de impuestos también lo hace. Esto significa que si tienes ingresos más altos, pagarás un porcentaje mayor de impuesto sobre esos ingresos, y así respectivamente.
Las tarifas y tablas también difieren según si eres persona física o persona moral. Las personas físicas tienen una tabla progresiva de impuestos, lo que significa que la tasa de impuesto aumenta a medida que los ingresos aumentan. Por otro lado, las personas morales generalmente pagan un porcentaje fijo de impuesto sobre su utilidad fiscal.
Es crucial estar al tanto de las tarifas y tablas del ISR, ya que pueden cambiar de un año a otro. El gobierno puede ajustar las tasas de impuesto y los rangos de ingresos para reflejar cambios en la economía o en las políticas fiscales. Estar actualizado te permitirá calcular correctamente tus obligaciones fiscales y evitar problemas legales o sanciones.
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Entonces… ¿Yo tengo que pagar ISR?
Si eres una persona física, debes realizar pagos mensuales provisionales del ISR al SAT a lo largo del año. Esto significa que debes estimar cuántos impuestos debes pagar cada mes y hacer los pagos correspondientes. Al final del año fiscal, debes presentar una declaración anual para determinar si se te debe hacer algún reembolso o si tienes que pagar más impuestos. Si no realizas estos pagos mensuales provisionales o no presentas tu declaración anual, puedes ser acreedor de sanciones y multas del SAT entre MX$1,400 y MX$34,000.
Las personas morales, como empresas y organizaciones, siguen un proceso de cálculo diferente al calcular el ISR. En lugar de que se aplique una tarifa sobre sus ingresos, deben utilizar un coeficiente de utilidad para determinar la cantidad a pagar en cada trimestre.
El coeficiente de utilidad es un factor que refleja el porcentaje de ganancia que la empresa ha obtenido en relación con sus ingresos y gastos. Es un indicador de la rentabilidad de la empresa y se utiliza como base para calcular el impuesto sobre la renta.
Para calcularlo, la empresa debe tomar en cuenta sus ingresos totales durante el período fiscal, así como los gastos permitidos y deducibles de impuestos, o sea, costos de producción, salarios y rentas, entre otros. Al restar los gastos de los ingresos, se obtiene la utilidad fiscal.
A partir de la utilidad fiscal, se aplica una fórmula específica para determinar el coeficiente de utilidad. Este coeficiente se utiliza para calcular los pagos provisionales del ISR que la empresa debe realizar cada trimestre. En esencia, la empresa paga un porcentaje de su utilidad fiscal como impuesto sobre la renta.
Es importante mencionar que existen deducciones y créditos fiscales que pueden ayudarte a reducir la cantidad de impuesto que debes pagar. Estos beneficios tributarios varían y pueden estar sujetos a ciertos requisitos y límites. Consultar con un contador o asesor fiscal puede ser útil para comprender mejor las tarifas, tablas y posibles beneficios fiscales aplicables a tu situación específica.
También puedes acercarte a AP Futuro para que te contemos cómo puedes beneficiarte y tener las mejores prácticas con este impuesto, por ejemplo, favoreciendo tu plan de ahorro mediante los Beneficios fiscales.
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